Muchos niños y adolescentes experimentan es trastorno negativista desafiante que se caracteriza por un trastorno de conducta. Los padres deben prestar mucha atención, ante distintas situaciones, porque si no se trata puede tener consecuencias en la salud.

Aparece cerca de los 8 años y puede tener un gran impacto y efectos muy negativos en la vida personal, social y académica del afectado.

Las personas que padecen de este trastorno ven afectada su vida social y sus relaciones personales.

¿Qué es el trastorno negativista desafiante?

Es un trastorno de conducta que se caracteriza por un patrón de una serie de conductas y comportamientos desafiantes, negativistas, hostiles e inapropiados hacia las personas que constituyen las figuras de autoridad.

Dentro de estas figuras se encuentran los padres, los docentes, los hermanos, otros miembros de la familia, e incluso a sus jefes, en el trabajo.

Trastorno

Son una serie de conductas y comportamientos desafiantes hacia la autoridad.

Síntomas característicos y más comunes

Los síntomas no son fáciles de reconocer. Por lo general comienzan durante los años preescolares, aunque también puede manifestarse más tarde.

Los síntomas más evidentes son:

  • Estado de ánimo irritable y airado
  • Pierde los estribos a menudo y con facilidad
  • Se irrita o enoja con otras personas con frecuencia
  • Se enoja o resiente con frecuencia

¿Cuáles son sus causas?

Son múltiples y se considera que su desarrollo está relacionado con una combinación de factores:

  • Biológicos: si hay daños o alteraciones significativas en zonas cerebrales como, por ejemplo, el lóbulo frontal
  • Psicológicos: niños que tienen un temperamento complicado y que presentan complicaciones para desarrollar correctamente las habilidades personales y sociales.
  • Genéticos: niños que cuentan con antecedentes familiares
  • Ambientales: una educación poco adecuada por parte de los padres en la infancia

¿Cómo debe tratarse el trastorno negativista desafiante?

El tratamiento dependerá de cada caso en particular. Puede variar de acuerdo a la edad de la persona afectada y la gravedad del mismo.

Es un tratamiento psicológico para que la persona aprenda a controlar sus conductas y pueda gestionar sus emociones. Los tratamientos más usuales son:

Terapia individual

Es la cognitiva-conductual para que el paciente consiga ser capaz de solventar sus problemas, desarrollar habilidades de comunicación y controlar su impulsividad e ira.

Trastorno

El tratamiento dependerá de cada caso en particular.

Terapia familiar

El objetivo es que realice cambios en el ambiente y las relaciones familiares, además de eliminar conductas que pueden estar manteniendo ese comportamiento negativista.

Terapia grupal

Son realizadas con otros niños que padecen del mismo trastorno negativista desafiante pueden ser muy útiles para el desarrollo de habilidades personales y sociales adecuadas.

Para culminar diremos que lo importante es que los padres traten de estar más tiempo con sus hijos y que puedan educarlo con una sonrisa, resaltando los valores familiares.