¿Cómo y por qué nos encolerizamos? La ira es un sentimiento de enfado fuerte, violento, que hace a las personas perder el control de las situaciones. Se manifiesta de varias maneras, bien sea a través de gritos, o agresión física o psicológica a otro individuo. Las personas que poseen estrés sostenido, cansancio o frustraciones son muy proclives a desarrollar ira.
Esto conlleva a no saber manejar sus emociones y sobrecargarse, dando origen a un carácter explosivo y sin control. También se añade a ello algún patrón de conducta conocido o los imitados de la propia familia. A continuación, exploraremos algunas técnicas para controlar la ira.
Meditación y ejercicios de respiración
Una de las herramientas para controlar el carácter, los malos pensamientos, la agresividad y otros estados anímicos es la meditación. Se logra, en primer lugar, haciéndolo un hábito diario como técnica para manejar la ira. Para ello lo esencial es un lugar tranquilo, cerca de la naturaleza o un rincón de paz en tu hogar.
Para ello, debemos vestir de forma cómoda, holgada y de colores claros preferiblemente. A continuación, respiraremos profundamente con consciencia del ritmo de nuestra respiración. Así se adquiere un estado de plenitud del ser, es útil visualizar una escena o sitio relajante atrayendo buenos pensamientos. Todo esto con el objetivo de liberar la ira.
Escuchar música para controlar la ira
El sonido de la música siempre nos retrae a un momento mágico, de aislamiento y disfrute de lo que escuchamos. Dado que resulta sanador, relajante y cambia el ánimo enseguida es una técnica para controlar la ira.
El escuchar música incita al baile, que constituye otra forma de drenar el estrés y realizar actividad física. Si se inclina el oyente por ritmos suaves y acompasados, estará calmando los impulsos de agresividad ante alguna situación. El hecho mismo de escuchar melodías cambia el humor con facilidad y ayuda a controlar la ira.
Caminar
Caminar resulta una excelente técnica para controlar la ira, la finalidad es distraer la mente, y relajarse liberando tensiones. Al movilizar los músculos también se liberan endorfinas provocando un estado de bienestar físico y mental.
El desarrollo de actividades deportivas permite un cuidado extra para la salud cardiovascular, que es afectada en personas coléricas. Al entrar en estado de ira permanente, los individuos padecen de taquicardia, sudoración, contracturas y elevación de la tensión arterial. Es recomendable practicar caminatas tres a cuatro veces por semana, trote ligero o escaladora.