Habrás escuchado hablar más de una vez de personas inmaduras. Y aunque creemos saber de qué trata esta frase, quizás no sepamos el alcance literal de la misma.

En realidad, la madurez o inmadurez es una especie de mito, ya que nadie es una sola cosa. Todos combinamos ambas condiciones, y tiene que ver con momentos, situaciones y circunstancias que atravesamos.

Lo cierto es que a veces una característica destaca más que las otras, pero la persona se compone de toda ellas que afloran en distintas etapas de la vida.

personas inmaduras

La persona inmadura actúa como un niño.

¿Cómo son las personas inmaduras?

Cuando hablamos de inmadurez en realidad no estamos refiriendo a la llamada “inmadurez emocional”. Podría definirse como una condición en la que las personas no han renunciado a los deseos o fantasías de la infancia.

Estos deseos son, entre otros, que el mundo gire en torno a esa persona. Por ello la madurez emocional es más un estado de fortaleza que se relacionan con actitudes equilibradas y realistas.

Los comportamientos de las personas son los que indican la madurez o inmadurez de la misma. A continuación, veremos algunas de señales de las personas inmaduras.

¿Cuáles son las señales que indican la inmadurez?

Pasaremos a describirlas y son las siguientes:

1) Problemas para comprometerse

A pesar de que se lo propone, la persona inmadura no logra comprometerse casi con nada ni nadie. Con el tiempo se dará cuenta que muchas veces el compromiso y los sacrificios son necesarios para lograr algo.

2) La persona es egocéntrica

Creen que el mundo gira alrededor de ellas. Piensan que ellas son lo más importante y no les importan los otros. Muchas personas se dan cuenta, siendo ya grandes, que ellos no son el centro del universo y que otros también lo habitan.

personas inmaduras

Son personas no han renunciado a los deseos o fantasías de la infancia

3) Culpan a los demás

La persona inmadura muchas veces se asumen a sí mismos como seres dirigidos por otros, que no actúan a voluntad. Es una dulce irresponsabilidad de la que se sale “creciendo”. Cuando dejen de ser inmaduros podrán asumir sus errores y de ellos aprenderán.

4) Dependen de otras personas

Los demás son un medio y no un fin en sí mismos para las personas inmaduras. No tienen claro lo que significa autonomía. Pero cuando deben asumir algún conflicto se valen de los otros para dividir responsabilidades.

5) No manejan el dinero con responsabilidad

La persona inmadura se caracteriza por dejarse llevar por los impulsos, sin asumir las consecuencias. Y eso se nota cuando manejan dinero o algún otro recurso. Se embaracen en aventuras sin sentido y no logran proyectar a futuro. Los inmaduros suelen vivir endeudados para satisfacer sus caprichos.