La congestión nasal puede aparecer en cualquier época del año pero se potencia durante los meses de invierno. Muchas veces va acompañada de gripe, resfríos, dolores de cabeza y garganta.
El problema se vuelve bastante molesto porque la nariz se congestiona o tapa y muchas veces no nos deja descansar ni dormir, sobre todo por la noche.
Existen remedios caseros y farmacéuticos que pueden comprarse en la farmacia, pero si los síntomas duran varios días es aconsejable consultar a un médico.
¿Qué es la congestión nasal?
Se produce al inflamarse la membrana que cubre la nariz, lo que origina una obstrucción que provoca dificultad para respirar a través de las fosas nasales. Generalmente está causada por un virus o bacteria, y el origen abarca desde un resfriado común a la gripe o a la infección sinusal.
Es un síntoma bastante habitual de afecciones como el catarro, la gripe, alergias, sinusitis o de faringitis.
Remedios para aliviar los síntomas
La congestión durará cerca de una semana y generalmente desaparece por si sola. En este período podemos aliviar los síntomas con los siguientes remedios:
Lavados nasales: eliminarán los mocos que se acumulan en la nariz. Pueden realizarse con un aerosol de solución salina o un suero casero de agua y sal tres o cuatro veces al día. Se recomienda hacerlo acostado o de pie con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca cerrada y, al mismo tiempo que se instila el suero fisiológico en una de las fosas nasales y se cierra la otra con el dedo pulgar.
Beber mucho líquido: esto mantendrá al moco diluido con el fin de drenarlo eficazmente de la nariz y los senos paranasales. Si es necesario también puede aplicarse un paño caliente y húmedo en el rostro. Otra acción que da muy buenos resultados es colocar un humificador en la habitación o hacer inhalaciones de vapor tres veces al día.
Sonarse la nariz correctamente: esta acción controlará la obstrucción nasal. Además, se recomienda presionar fuertemente un solo lado de la nariz con el dedo disimulado bajo el pañuelo y soplar por el otro lado, con espiraciones nasales rápidas.
Mantener posición erguida y cabeza levantada: esto al acostarse evitará la congestión y facilitará la respiración.
Hacer baños de vahos o vapor de eucalipto o laurel. Hervir hojas de eucalipto en un recipiente y respirar su vapor ayuda a reducir el malestar, descongestionando la nariz y las vías respiratorias.
Si con ello no basta, se pueden agregar también 2 cucharas de vinagre de manzana y 2 de miel en un vaso de agua. Dejar reposar 3 minutos y tomar. Esta infusión es recomendable que se beba dos veces al día.
Otro remedio casero para aliviar la congestión nasal es aplicar unas gotas de agua con sal marina directamente en las vías nasales.