El cigarrillo y el hábito de fumar se han convertido por décadas en flagelos mortales para las personas. Por ello hoy les traemos algunos Remedios caseros para dejar de fumar.

La adicción al cigarrillo es en extremo difícil de erradicar, sobre todo si el individuo tiene muchos años fumando. En la antigüedad el hábito de fumar de primera mano era para los hombres y comenzó por el tabaco. El tabaco deriva de una planta, la Nicotiana Tabacum y extendió su uso sobre todo en Europa en el siglo XVIII, popularizándose posteriormente. Se extrae de las hojas de la planta, que son secadas al sol, procesadas y trituradas para formar la picadura. Esta picadura y derivados del tabaco, se consumen de distintas maneras como en polvo para aspirar, en pasta para masticar y fumada.

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En los siglos siguientes y con la emancipación de la mujer, tuvo mucha relevancia el hecho de ver las féminas fumando. Sobre todo, en los años 50, 60 y 70 se consideraba de estatus social y de personas prósperas tener este hábito. Con la explosión de los grandes espectáculos, vida nocturna social, discotecas y demás tomo demasiado auge el tabaco al lado del alcohol. El hábito de fumar en realidad es una práctica nociva para la salud, integrando los grandes factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares mundialmente.

Riesgos de fumar

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Los individuos fumadores se exponen a enfermedades relacionadas con el compuesto nicotina que posee el tabaco y múltiples sustancias nocivas como los radicales libres. Numerosos estudios científicos avalan la incidencia del cigarrillo en la formación de la placa ateromatosa de las arterias. Esto es que en su capa interna los vasos van acumulando unos depósitos que estrechan sus paredes provocando enlentecimiento de la circulación. Al no poder oxigenarse los tejidos por esta causa, se producen isquemias y muerte de las zonas afectadas. Es la fisiopatología del infarto, por ejemplo. Produce además más accidentes cerebrovasculares y genera taquicardia y elevación de la presión arterial sistémica.

Es común la relación muy estrecha que tiene el cigarrillo con el cáncer de pulmón, vías respiratorias y de otros órganos. Se ha demostrado también su efecto letal en cáncer de mama, vejiga, garganta, lengua, colon entre otros. Además, acentúa todas las patologías previas respiratorias como el asma, la enfermedad bronco obstructiva crónica, el enfisema etc.

Provoca alergias, adicción a la nicotina, reducción de peso, insomnio, pérdida del apetito, piel mustia, sin oxigenación y nerviosismo. Promueve mucosas irritadas de la boca, lengua y paladar, más halitosis y el calor que emana hacia los ojos produce resequedad conjuntival. Afecta la percepción del gusto y el olfato normal en el fumador, recuperándose al evitar el hábito. Por otro lado, mancha los dedos de las manos por el acto de tomarlo constantemente. Y no menos importante, la piel es afectada por el uso del cigarrillo con deshidratación, arrugas y manchas.

Sencillos remedios caseros para dejar de fumar

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El hábito del cigarrillo es difícil de eliminar, a pesar de que existen productos como parches de nicotina para desensibilizar al organismo. En el mercado se pueden encontrar parches adheribles a la piel, tabletas para chupar contentivas de nicotina y cigarrillos electrónicos. Además de los vapeadores que hacen las veces de un cigarrillo sin serlo, son simplemente pequeños adminículos que emiten humo. Este humo no nocivo posee olores variados inclusive de vainilla, canela, frutas etc y es sacado del aparato con solo inhalarlo levemente. El fumador recrea la sensación de fumar, en realidad sin hacerlo.

Podemos tomar en cuenta además algunos consejos caseros para tal fin. La persona que fuma tiene la necesidad de suplir algo por vía oral, drenar su nerviosismo o ansiedad, bien comiendo, hablando o fumando. Por lo tanto se recomienda como vital mantener ocupada la boca, por ejemplo, masticando chicle, tomando líquidos constantemente o haciendo meriendas pequeñas.

Por otro lado, son útiles por ejemplo el jengibre, el clavo de olor, el regaliz, la pimienta cayena, valeriana y ginseng como sustitutos. Al hacer infusiones de estos elementos de la naturaleza y muchas veces hasta masticando sus raíces, pueden cesar las ganas de fumar.  Además, relajan a la persona y nivelan la ansiedad por tomar de nuevo el cigarrillo. La ingesta de numerosos jugos de frutas son otra alternativa, sobre todo el jugo de manzana.