Los pólipos en el útero son una patología que consiste en el excesivo crecimiento de las células del recubrimiento interno del útero o endometrio. De ahí, que también se les conozca como pólipos endometriales. Éstos son crecimientos adheridos a la pared interna del útero. Pueden ser tan pequeños como una semilla de sésamo, o tan grandes como una pelota de golf. Esta anomalía, suele ocurrir con mayor frecuencia en mujeres que están atravesando el climaterio. Aunque también, puede presentarse en mujeres jóvenes, impidiendo en muchos casos la gestación.
Causas de los pólipos en el útero
No se conoce a ciencia cierta la causa de los pólipos endometriales. Sin embargo, se ha detectado que estos suelen crecer cuando aumenta la presencia del estrógeno en el organismo. La mayoría de los pólipos en el útero son benignos. Sin embargo, la probabilidad de padecer cáncer aumenta si se está en un periodo posterior a la menopausia. También, si se tienen menstruaciones abundantes e irregulares o si toma tamoxifen (tratamiento para el cáncer de seno).
Otros factores que influyen considerablemente en la aparición y crecimiento de los pólipos endometriales son la obesidad. Incluso, afecciones genéticas hereditarias como el síndrome de Lynch o síndrome de Cowden. Asimismo, terapias de reemplazo hormonal posterior al climaterio.
Principales síntomas de pólipos en el útero
Entre los síntomas de esta patología, se puede mencionar en primer lugar el sangrado excesivo durante el periodo menstrual. Otras manifestaciones de esta enfermedad son la irregularidad en la menstruación, sangrado vaginal entre cada menstruación y posterior al contacto íntimo. Además, de dificultad para embarazarse.
Sumado a esto de acuerdo a su tamaño y localización, los pólipos uterinos pueden ocasionar dolor durante la menstruación. Este malestar suele asociarse al período, confundiéndose con un cólico menstrual. Por lo que, en muchas ocasiones no se le da la importancia que realmente tiene. La aparición de estos síntomas, es razón para consultar a un médico quien realizará las pruebas pertinentes. Tales como una ecografía pélvica, para realizar un diagnostico preciso e iniciar, de ser necesario, el tratamiento adecuado.
Tratamiento
El especialista encargado de diagnosticar y administrar el tratamiento para las afecciones del aparato reproductor femenino, es el ginecólogo. Por lo general, este galeno solo le da curso a un tratamiento cuando se hacen presentes los síntomas o cuando sospeche de la malignidad de los pólipos. Por esta razón, es muy común que los medicamentos hormonales sean la primera opción médica.
Con el uso de progesterona, el especialista intentará reducir el tamaño del pólipo hasta hacerlo desaparecer. Sin embargo, hay casos en los que la mujer está intentando quedar embarazada. En estos casos, el médico puede decidir hacer una histeroscopia. Procedimiento que consiste, en introducir un instrumento en la vagina hasta llegar al útero, para retirar el pólipo uterino. En casos de mayor gravedad en los que no son efectivos los tratamientos con medicación ni puede ser retirado el pólipo mediante la histeroscopia, el ginecólogo puede recomendar retirar completamente el útero mediante una intervención quirúrgica.
