De manera extraordinaria, la ciencia sigue dando pasos agigantados con el fin de conseguir la cura o el alivio de los males que aquejan a las personas. Ante esto, recurren a métodos que se han puesto en boga por algunas comunidades científicas quienes apuestan a los tratamientos de la medicina física y la rehabilitación. La electroterapia, trata las lesiones y enfermedades a través de unos medios poco convencionales. Consiste en estimular a través de la electricidad la respuesta fisiológica y causar a su vez una reacción de alivio. No se trata de cualquier nivel de electricidad. Sino de una moderada y comprobada por la física: corriente galvánica, microondas, ultrasonidos, etc. Los resultados obtenidos son positivos a nivel de técnica antiinflamatoria, muscular y fisioterapéutica. A continuación, conozcamos los detalles.
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Electroterapia y sus beneficios
Este método posee beneficios muy reconocidos por su efectividad en los siguientes aspectos: causa un efecto analgésico en la zona expuesta al tratamiento. Asimismo, el efecto antiinflamatorio aparece previo a una vasodilatación pasiva que va a favor de la regeneración del tejido deteriorado. También, aumenta la circulación debido a los estímulos recibidos con la electricidad.
Electro-estimulación
Las terapias con electricidad, tienen una función en la rehabilitación y esta es estimular los músculos. Por ello, se desarrolla el programa que consiste en colocar electrodos en la piel y realizar unas descargas. Su nombre es TENS cuyas siglas en inglés son: Trancutaneous Electrical Never Stimulation. Este electro-estimulación transcutánea, se utiliza para evitar atrofias musculares y generar fuerza. Dicho programa, tiene como destino aliviar el dolor bloqueando el dolor y evitando que llegue al cerebro. En líneas generales, las ventajas de las terapias con electricidad son beneficiosas si se sabe cómo utilizarlas. Puesto que, se logra asociar los tejidos biológicos con la electricidad en la interacción entre ambos.
Electroterapia y el dolor
La fisiología el dolor, está relacionada con el hecho de saber cómo actúan los neurotransmisores, qué pasa o qué se inhibe en el organismo. Además, de las características de las fibras sensitivas de la percepción del dolor. Por tal razón al localizar la zona del dolor, se logra disipar con la corriente eléctrica idónea. Causando un efecto analgésico en el paciente. De lo contrario, se fracasaría en los objetivos del programa terapéutico.
Procedimiento de la electroterapia
Este tipo de procedimiento, lleva consigo unas condiciones tanto en el paciente como en el lugar donde se está procediendo (hospitales, clínicas). El paciente debe estar dispuesto y sin ningún tipo de alteración o fobias a la electricidad, esto facilitará la aplicación de la terapia. Se colocaran los electrodos en la zona afectada de manera fija y nunca directamente en la piel. Además, deben estar cubiertos con gasa o algodón.
Se ubica al paciente en una posición cómoda, para evitar movimientos innecesarios que provoquen un entorpecimiento. Existen unas fundas para el procedimiento, las cuales deben mojarse y escurrirse en agua templada para darle paso a la corriente. El control con los electrodos permite saber si las descargas que va recibiendo el paciente recibe la respuesta deseada. El constante interrogatorio, ira indicando el efecto causado.
