El ácido alfalipoico posee la capacidad de trabajar tanto en los ámbitos grasos como en los acuosos en el organismo. Lo que hace que frente a otros antioxidantes posean mayores ventajas. Es un regenerador que actúa como un facilitador para regenerar algunas vitaminas en el cuerpo.
Adicionalmente es un componente que le aporta al organismo la facilidad de comprimir la producción de citoquinas y factores pro inflamatorio. El ácido alfalipoico posee la capacidad de eliminar en el cuerpo los radicales libres por lo que es ideal su consumo para evitar enfermedades graves como el cáncer.
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Propiedades del ácido alfalipoico
El ácido alfalipoico es un antioxidante que regula el balance celular además de disminuir considerablemente las sensaciones de estrés. Es capaz de contrarrestar los radicales libres alejando enfermedades graves como el cáncer o enfermedades autoinmunes. Adicionalmente puede alejar completamente el caos cerebral.
Este aminoácido es idóneo para revitalizar vitaminas y minerales en el organismo, actúa sobre la vitamina C y E. Es una de las mejores fuentes de energía y vitalidad al poseer grandes cantidades de antioxidantes evitando que el sistema cerebral sufra algún daño.
Este componente en la alimentación se puede hallar en las hojas verdes como las espinacas o acelgas. Al igual se puede encontrar en las semillas de lino y de soja, igualmente, en las vísceras de animales como el hígado y el corazón.
¿En qué condiciones se emplea este antioxidante?
Es común que el ácido alfalipoico se implemente en condiciones como la diabetes con el fin de evitar enfermedades neurovasculares. Así mismo, protege las células del páncreas y estimula al organismo a captar glucosa en el musculo con el objeto de controlar las elevaciones de glucosa en la sangre.
Los efectos en el metabolismo son considerables previniendo sus alteraciones reduciendo el peso corporal. Lo que a su vez se traduce en la regulación de la tensión arterial y la resistencia a la insulina. Es ideal en personas que practican deportes de alto rendimiento al aportar energía y el aumento de masa muscular.
Es un potente protector del sistema circulatorio y cardiovascular, protege los vasos sanguíneos al reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Así como, un antioxidante que posee propiedades preventivas en el sistema nervioso. Estimula la memoria y protege al cerebro de sustancias nocivas.
Dosis recomendada
La cantidad encontrada en los alimentos de estos antioxidantes es realmente mínima por lo que se sugiere su consumo mediante complementos vitamínicos. La dosis que debe administrarse en personas sanas es de 50 a 100 miligramos al día a razón de tres tomas diarias. En algunos casos se deberá tomar mayor cantidad para funciones terapéuticas.
No es prudente consumirlos en conjunto con las comidas ya que se ha determinado que reduce su absorción. Por lo que es necesario consumirlo media hora antes de las comidas o pasadas dos horas luego de ingerir alimentos.
Bajo las dosis que se recomiendan su consumo es muy seguro incluso por periodos largos. En determinados casos puede generar algún tipo de molestia estomacal o reacciones alérgicas. Aquellas personas diabéticas que consuman este antioxidante deben estar al tanto de sus niveles de glucosa. Ya sea porque es necesario ajustar las dosis para impedir el surgimiento de hipoglucemias.
