El Parkinson es una enfermedad que afectan a miles de personas en todo el mundo. Es de las denominadas enfermedades crónicas, es decir que estará presente en toda la vida de la persona que la padece, y afecta de distintas maneras a cada persona.

El Parkinson no es una enfermedad fatal, es decir que el paciente no va a fallecer a causa de ella, sino que tiene un proceso neurodegenarativo que va afectando a la persona.

A pesar de los avances de la medicina aún se desconocen las causas exactas de su aparición lo que provoca que el Parkinson no pueda prevenirse.

¿Qué es el mal de Parkinson?

La enfermedad se caracteriza por un trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta al movimiento de la persona. Es del tipo gradual y muchas veces comienza con un movimiento leve de una mano o temblor.

Esta enfermedad afecta al sistema nervioso central lo que provoca la aparición de síntomas motores y no motores.

A pesar de que la mayoría de la gente cree que estos temblores son la principal característica de la enfermedad el trastorno más frecuente que produce la enfermedad es la rigidez o disminución del movimiento.

La enfermedad al ser degenerativa va empeorando a medida que transcurre el tiempo. Aunque el Parkinson no puede curarse si puede atenuarse sus síntomas con un tratamiento médico.

Mal de Parkinson:

es una enfermedad crónica

¿Cuáles son los síntomas del Parkinson?

Los síntomas pueden variar de un paciente a otro. Muchas veces los primeros síntomas resultan leves y por eso suelen pasar desapercibidos.

La mayor parte de las veces comienzan a un lado del cuerpo, y siguen siendo peores de ese lado, aunque afecta a ambas partes del cuerpo de la persona.

Los síntomas más comunes son los siguientes

Temblores: que comienzan en las manos o los dedos. Un síntoma característico de la enfermedad es que los dedos índice y pulgar parece que se frotan hacia atrás y hacia adelante. También el temblor de la mano es otro de los síntomas más comunes.

La rigidez muscular: puede afectar a cualquier parte del cuerpo. Los músculos que se ponen rígidos suelen limitar la amplitud de movimiento y causan dolor.

Alteración del equilibrio y cambios notables en la postura: la persona puede encorvarse o tener problemas de equilibrio.

Lentitud notable para moverse: a medida que la enfermedad evoluciona irá produciendo en la persona dificultades para moverse y estos se enlentecen. Son característicos cuando la enfermedad avanza, que los pasos se vuelvan cortos y que tenga dificultades para levantarse de la cama o de una silla. También el arrastre de los pies es otra característica.

Mal de Parkinson

temblores son algunos de los síntomas

Dificultades para el habla: otro síntoma es una alteración en el habla del paciente quien puede hablar en voz baja o más rápido de lo habitual. También se notará monótona en la forma de hablar por la falta de inflexiones habituales al momento de entablar una conversación.

Cambios en la escritura: otro de los síntomas de la persona que padece de Parkinson es la dificultad para escribir frases simples o variación en su letra, la que se vuelve más pequeña.

¿Cuáles son las causas del Parkinson?

Cuando aparece la enfermedad mueren cierta cantidad de neuronas forma gradual. Muchos de los síntomas aparecen cuando se pierden las neuronas que producen un mensajero químico denominado “dopamina”.

Aunque las verdaderas causas de la enfermedad se desconocen se han detectado varios factores que parecen intervenir en su aparición:

Factores genéticos: suelen ser raros pero si la persona tiene varios familiares afectados por la enfermedad puede ser más probable que la contraiga.

Factores ambientales: si la persona se expone a ciertas toxinas o factores ambientales puede ser propensa a tener la enfermedad.

Los principales factores de riesgo

Los principales factores de riesgo del mal de Parkinson son:

Edad: al enfermedad suele aparecer a partir de los 60 años. Es poco frecuente que los jóvenes puedan contraer la enfermedad. Por lo general comienza en edades avanzadas o en la segunda mita de la vida.

Sexo: los varones tienen más probabilidades de contraerlo.

Herencia: si el paciente tiene un familiar cercano tendrá más posibilidades de contraer la enfermedad.

¿Qué complicaciones trae la enfermedad?

El Parkinson puede traer complicaciones en la salud del paciente. Lo positivo es que todas ellas pueden tratarse y atenuarse.

Entre ellas destacamos:

Dificultades para hilar pensamientos: se produce cuando la enfermedad está avanzada y la persona experimenta problemas cognitivos o demencia.

Cambios emocionales y depresión: son otros de los problemas que traen aparejado el Parkinson. También pueden aparecer otros problemas como miedos, pérdida de motivación o ansiedad. Estos síntomas pueden disminuir con un tratamiento médico.

Trastornos de sueño: la persona puede comenzar a tener problemas para conciliar el sueño. También es común que se levanten varias veces durante la noche, levantarse muy temprano o quedarse dormidos durante el día.

Estreñimiento: muchas personas suelen manifestar estreñimiento, principalmente debido a que tienen el tubo digestivo más lento.

Problemas para tragar: a medida que la enfermedad va avanzando la persona puede presentar problemas para deglutir los alimentos. También suele haber acumulación de saliva en la boca lo que produce el denominado “babeo”.

Problemas en la vejiga: estas dificultades pueden manifestarse en inconvenientes para orinar o en el no control de la orina.

Otros cambios que puede experimentar el pacientes

  • Cambios en la presión arterial
  • Fatiga
  • Dolor en todo el cuerpo
  • Pérdida del olfato
  • Disfunción sexual

¿El Parkinson puede curarse?

Como indicamos es una enfermedad crónica y no puede curarse, aunque la persona podrá atenuar los síntomas y lograr tener una mejor calidad de vida.

Hay medicación especifica denominada medicación antiparkinsoniana, que son fármacos que aportan la dopamina que le falta al cerebro.

También se le puede suministrar al paciente medicación sintomática que controlarán otras molestias secundarias producidas por la enfermedad.

Otro recurso es la intervención quirúrgica que podrán ayudar al paciente que padece de la enfermedad, aunque es el médico tratante quien deberá evaluar si es conveniente realizarla.

La rehabilitación con hidroterapia, masajes y otras, pueden ayudar al paciente a tener una vida más activa, le darán al mismo un mayor control de las funciones motoras.