La necrosis se trata de la muerte de un tejido en el cual ha dejado de fluir la sangre, debido a ello las células encontradas allí mueren y causan dolor en la zona. Esto comúnmente sucede en las articulaciones y tienden a ser irreversibles. No resulta mortal si no se ha presentado cerca de algún órgano vital. La necrosis podría extenderse, por ejemplo en la piel, aun cuando el individuo se encuentre vivo.
Una de las causas principales de una necrosis es que se haya presentado un trauma o lesión en la zona en la cual aparece. Aunque existen otras condiciones que podrían causar una necrosis, como enfermedades autoinmunes o el consumo de medicamentos esteroideos a largo plazo. Y es muy común en la edad adulta.
Causas de la presencia de una necrosis
Es común que la necrosis se presente cuando un tejido ha dejado de recibir el riego sanguíneo hacia el hueso. Lo que conlleva a que el tejido en la zona muera incluyendo este, provocando dolor y una apariencia irremediable.
Las necrosis se da debido a traumatismos en la zona, independientemente que ha sido a nivel óseo o articular, a causa de los daños en los vasos sanguíneos cercanos. Es posible que en los tratamientos aplicados con radiación los huesos tienden a debilitarse y con ello igualmente los vasos sanguíneos de allí .
Asimismo, es posible que aparezca cuando existen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Esto no permite el perfecto flujo de la sangre que se transmita, logrando así que mueran los vasos sanguíneos que se encuentran en el núcleo del hueso. Enfermedades como la anemia y la enfermedad de Gaucher pueden provocar esta condición. De igual modo existen otras condiciones en las cuales no se puede diagnosticar las causas de la aparición de esta.
Se ha comprobado que enfermedades como la diabetes, la pancreatitis o los tratamientos aplicados en el VIH podrían desencadenar una necrosis. El uso de medicamentos como los esteroides por largo tiempo podrían causarla, aumentando los lípidos en la sangre y minimizando el riego sanguíneo.
En personas alcohólicas, es común que se depositen grasas en los vasos sanguíneos y propiciadores de esta condición. El uso de bifosfonatos, medicamentos usados para el aumento de la densidad ósea, podría causar osteonecrosis mandibular.
Diagnóstico de la necrosis
El diagnóstico de esta condición es compleja, se debe realizar un estudio meticuloso de las condiciones del paciente y que pudo derivar la aparición de una necrosis. El medico especialista debe hacer preguntas con respecto a los medicamentos y suplementos que ha consumido el paciente. A partir de allí establecer un diagnóstico certero.
Asimismo, interferirán los antecedentes genéticos del individuo, así como otras condiciones que pudiesen estar afectando, enfermedades autoinmunes como el lupus o el VIH. Lo que si resulta importante es tomar en cuenta que la necrosis es irreversible y debe ser atendida con prontitud.
Tratamientos de la necrosis
En primer lugar la asistencia medica especializada en el momento de sentir los primeros síntomas, dolor y falta de movilidad en la zona. Cada tratamiento dependerá de las necesidades particulares de cada individuo y basado en su historial médico.
En primeras instancias la colocación de analgésicos en contra del dolor y en casos más avanzados una intervención quirúrgica, en donde se busca de descompresión en el núcleo del hueso que este dañado. La recuperación puede tardar incluso un año, en algunos casos se buscará de la colocación de injertos óseos, con el fin de estimular el crecimiento óseo.