La mitomanía es la tendencia compulsiva y patológica de mentir, y mitómano es la persona que ejerce esta acción. No se trata como tal de una enfermedad, pero forma parte de un grupo de síntomas que pueden presentar algunas patologías psiquiátricas.
El mitómano esta consciente de la realidad, y de sus continuos devaneos falsos. Pero lo hace para escudarse de una realidad que le es adversa, lo hace a modo de protección. Generalmente llamar la atención es su objetivo, luego cae en su propia trampa y continúa diciendo mentiras. Mas en última instancia, termina creyendo todos sus argumentos falsos y se crea a si mismo, otra realidad paralela.
El mitómano no mide las consecuencias de su conducta y vive entre dos aguas, la realidad y su propia fantasía. Se diferencia del mentiroso común en que éste lo hace por un beneficio o algún interés particular.
El mitómano deforma su realidad porque no encaja y no soporta su estilo de vida. Desea convertirse en alguien que no es, o vivir una vida de aceptación a sí mismo que no tiene. Hay cierta incapacidad de adaptación en general. Al mitómano la mentira enfermiza le produce placer y está consciente de ello, no como los psicóticos, por ejemplo.
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¿Cómo piensa un mitómano?
La mentira es una forma de protección para el mitómano hacia su interior como barrera para el fracaso. La mentira es en sí es una negación, y cuando hay factores internos o externos con los que no convive bien el sujeto. Entra en acción la deformidad de la realidad tomándola como alternativa. Esta mentira le hace más llevadero el entorno social, las metas no cumplidas, la insatisfacción y su baja autoestima.
Por ello, muchas personas con esta condición viven en una perenne fantasía para protegerse socialmente. Para aceptarse a sí mismos, buscar admiración y afecto, por ejemplo, simulando logros académicos y materiales que no poseen. Al principio pareciera algo banal o simple, convirtiéndose con el tiempo en reiterado el acto de mentir. Y llegado un momento, puede convertirse en inconsciente y creer la persona que, en verdad, esa es su realidad.
¿Cómo diferenciar las mentiras comunes de las mentiras por mitomanía?
El mentiroso común dirá algún testimonio falso o mentira, ante una circunstancia muy precisa o que le amenace realmente. O bien lo hará por una conveniencia pasajera o por lograr algún favor o atención momentánea. En cambio, el mitómano esta claro que es una persona que supera los límites de toda situación para mentir. Es manipulador, necesita escalar más y más alto en el engaño, superándose a sí mismo. Se siente satisfecho de no ser descubierto y crea varias realidades paralelas para su conveniencia.
El mitómano es ansioso, y puede exagerar reiteradamente o contar varias versiones del mismo tema con el que engaña. Miente compulsivamente acerca de su trabajo, edad, salud y familia. Tiene baja autoestima, maneja mucho estrés y fusiona de un modo único su mundo falso con la realidad.
