Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos y son parte importante del sistema inmunológico de nuestro cuerpo. Este sistema inmunitario tiene la importante función de combatir los gérmenes, virus y bacterias, que quieren ingresar a nuestro organismo y provocan las enfermedades.

Si nuestro cuerpo no mantiene los niveles adecuados de estas importantes células en la sangre podemos enfermarnos. Si las causas que provocan este aumento de linfocitos en sangre no se tratan de manera conveniente y rápidamente las consecuencias pueden ser fatales.

Es normal que la cantidad del linfocitos varíen ante la aparición de enfermedades y que nuestro organismo se desestabilice. Pero otras veces, las enfermedades producen este aumento de los linfocitos en sangre.

¿Cuáles son los valores normales de linfocitos?

Los linfocitos constituyen del 20 al 40% de los glóbulos blancos (leucocitos) que se encuentran en la sangre. Los valores normales de linfocitos en sangre deben alcanzar entre los 1500 y 4000 celular por cada microlitro de sangre.

Cuando hay una situación de linfocitos altos se habla de linfocitosis. Esto puede provocar que nuestro organismo deje de funcionar de manera normal.

En los niños los valores varían pero puede ser tan alta como 7.000 a 9.000 linfocitos por microlitro.

Linfocitos

análisis de sangre para detectarlo

¿Cuáles son las causas de un alto recuento de linfocitos?

Esta situación puede ser temporal y no producir ninguna consecuencia, cuando se produce tras una enfermedad, o puede ser más grave. Entre estos casos de mayor gravedad se encuentran las infecciones, inflamación crónica y cáncer del sistema linfático o sangre.

Su médico es quien deberá determinar si el recuento de linfocitos es muy alto y si debe preocuparse por ello o es algo temporal.

Las causas más comunes de linfocitosis son:

  • Leucemia linfocítica aguda o crónica
  • VIH / SIDA
  • Mononucleosis
  • Infección por citomegalovirus
  • Mieloma múltiple
  • Otras infecciones virales pueden ser
  • Tuberculosis
  • Tos ferina
  • Vasculitis

Otras causas

Entre otras causas que pueden producirla, encontramos:

  • Hepatitis
  • Enfermedad de Addison
  • Enfermedades parasitarias
  • Rubéola
  • Cáncer
  • Paperas
  • Brucelosis
  • Quemaduras solares

Las causas son variadas y múltiples por eso se recomienda que sea un profesional el que indique los pasos a seguir en caso de presentarse un alto recuento de linfocitos.

Síntomas de alto recuento de linfocitos

En general un persona que padece esta patología no presenta síntomas físicos evidentes. Puede padecer de un alto recuento de linfocitos y no darse por enterado al menos que el médico le haya realizado un estudio de sangre y de allí surja este resultado.

Los síntomas que se produzcan dependerán de las causas que hemos mencionado más arriba. Algunos de estos síntomas incluyen:

  • Nódulos linfáticos hinchados
  • Cambios repentinos de la temperatura temporal
  • Diarrea
  • Vómitos
  • Agotamiento general
  • Náuseas
  • Estreñimiento
  • Aumento de las amígdalas

¿Cómo se diagnostica?

La linfocitosis se diagnostica en el momento en el que un médico realiza estudios debido a una enfermedad que ya está presente. El doctor mandará a su paciente a realizarse varios exámenes sanguíneos y allí se puede observar el recuento de los linfocitos. Es raro que el médico encuentre por accidente la presencia de un alto recuento de linfocitos.

El profesional podrá pedir otra serie de estudios para descartar otra enfermedad subyacente. Un hemograma es el estudio màs efectivo, entre varios, para detectar una presencia alta de linfocitos en sangre.

¿Cómo se bajan los linfocitos?

Cuando culmina el proceso viral que provocó el aumento de los linfocitos, estos tienden a bajar El proceso dura entre 7 y 10 días.

También puede durar hasta un mes o constituirse en crónico, para lo cual habrá que seguir un tratamiento de por vida, indicado por un profesional.

Ante cualquier variación es recomendable consultar a un mèdico quien le indicará el tratamiento a seguir.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

Como los linfocitos pueden tener varias causas, hablar de un tratamiento específico no tienen ningún sentido.

Generalmente son causados por otras enfermedades o infecciones, antes que nada se deben detectar las causas.

El médico es quien debe determinar el padecimiento de su paciente y luego recomendar un tratamiento del mismo.

Distintos tratamiento según las causas

Las enfermedades que son ocasionadas por procesos infecciosos serán tratadas con:

  • Antibióticos
  • Agentes antivirales
  • Fármacos
  • Antiflamatorios

En enfermedades cancerígenas se recomienda:

  • Medicamentos correspondientes
  • Quimioterapia
  • Radioterapia
  • Trasplante de médula ósea si es necesario

Tratamientos naturales

Algunos profesionales también recomiendan tratamientos naturales tales como:

Dieta: mantener alimentación saludable hará que el organismo de la persona enferma funcione mejor.

Será necesario que tenga una dieta equilibrada en alimentos ricos en vitaminas, minerales y hierro.

También deberán reducirse, harinas, carnes rojas, leche de vaca y sus derivados

La incorporación de vitamina C, a través de distintos alimentos y bebidas, ayuda a mantener en raya a los linfocitos y a nuestro sistema inmunológico.

Linfocitos: analítica, causas y tratamiento

dieta sana es favorable para la patología

Hidratación: tener un cuerpo bien hidratado ayuda a reducir los linfocitos altos. Se deben ingerir al menos dos litros de agua diarios.

También son buenos los sumos naturales o infusiones sin azúcar.

Combatir el estrés: es necesario estar tranquilo y disminuir el estrés, que provoca el desgaste de nuestro organismo.

La tensión y el estrés provocan una disminución del sistema inmunológico.

Se recomienda hacer actividad físicas e intelectuales, para relajarse.

Otras terapias alternativas: son bienvenidas todas aquellas que producen un equilibrio y armonía del cuerpo y alma.

Entre ellas se destacan la acupuntura, la bioenergética, el reiki y la digitopuntura.

Lo importante es más allá de los problemas físicos o las patologías que la persona puede padecer, es llevar adelante una vida sana y tranquila. Se deben evitar todas las situaciones cotidianas que podrían producir un aumento de tensión o estrés, los excesos de todo tipo y buscar la armonía.

El cuidado de nuestro cuerpo y las actividades recreativas son fundamentales para la persona que padece esta patología. Se deberá tomar conciencia de que uno puede mejorar con terapias médicas complementadas con las terapias naturales, eso es lo más importante.