La leyenda del hilo rojo cuenta una historia que trata básicamente de las relaciones humanas. Se trata de que dos personas están atadas a un hilo rojo. No importa cuándo, no importa dónde, no importan las circunstancias, las personas atadas con el hilo rojo, se encontrarán. Si quieres saber todo acerca de esta bonita leyenda japonesa, entonces sigue leyendo el presente artículo.

De esta leyenda se han hecho hasta películas. Lo cierto es que a la leyenda del hilo rojo le secundan otras historias no menos interesantes. Una de ellas, cuenta la historia de un anciano, residente en la luna. Este sale todas las noches a reunir almas y espíritus que van a unirse en el planeta. Cuando el anciano encuentra a dos personas afines, les amarra un hilo rojo para que puedan encontrarse en la vida.

De esta manera, nuestro destino está atado al de alguien más. Esta leyenda nos hace pensar que, no importan los acontecimientos que marquen nuestro destino. Siempre estarán marcados por una senda predeterminada. De esta forma, lo que se haga en esta vida no serán ni errores ni tropiezos de ningún tipo.

En cuanto al cine, la leyenda del hilo rojo se ve retratada en dos películas. Una se llama “Dolls” dirigida por Takeshi Kitano. La otra es “Savonara”, dirigida por Joshua Logan. En estas películas nos damos cuenta que los protagonistas estaban unidos por el hilo rojo. El destino los tenía atados, y todos los acontecimientos eran solamente el camino trazado por el hilo.

Todas las culturas se han preguntado sobre cuáles fuerzas gobiernan al hombre

No solamente a las sociedades, se trata de la pregunta de quiénes al hombre como un ser individual. ¿Qué fuerzas mandan sobre el destino de cada persona? Muchas culturas antiguas refieren que esta predestinación viene acompañada por un hilo universal que traza todos los caminos. Los griegos se referían a un hilo de oro que era cortado cuando la gente moría. La cábala nos enseña que un hilo, particularmente rojo, conecta a todos los elegidos con Jerusalén.

La lógica indica que la vida es entendida como un tejido, entonces los hilos son los que unen los tejidos. Lo que permite que se creen nuevos tejidos y los existentes se hagan fuertes.

La leyenda del hilo rojo

La leyenda del hilo rojo

La leyenda surgida por la arteria cubital

Dicen que la leyenda surgió después del descubrimiento de una arteria que va desde el corazón hasta la mano. Conectando el dedo meñique con el corazón. Como algo adicional, algunas personas entrelazan este dedo con otra persona para sellar promesas. Otras interpretaciones dicen que esta arteria pasa al mundo de lo invisible para conectar el meñique con el corazón de otra persona.

De esta manera, la leyenda cuenta que un hilo rojo está atado entre los meñiques de dos personas. Lo que conecta la anatomía de la arteria cubital, su recorrido y la conexión entre el hilo rojo, y las emociones del corazón. O lo que es lo mismo, el amor. No importa que acontecimientos pasen entre estas dos personas, si están atadas por el hilo rojo, o por la arteria cubital, siempre se encontrarán. En algún lado, en un tiempo, cercano o lejano, el hilo rojo los unirá para siempre.

El relato de la leyenda del hilo rojo

La leyenda cuenta que en el reino de un emperador, vivía una bruja que podía ver el hilo rojo. Ante extraordinario don, el emperador mandó a buscar a la bruja vidente del hilo rojo del destino. Después del encuentro, el emperador pidió que la bruja lo llevara ante la otra persona que estaba atada al hilo rojo de él. Por lo tanto, la que sería su futura amada y esposa.

La bruja se puso manos a la obra y en el seguimiento del hilo rojo, llegaron hasta un mercado. Allí se encontraba una campesina con una niña de brazos, ofreciendo sus mercancías. La bruja le dijo al emperador que allí terminaba el hilo. Por lo que el emperador empujó a la campesina y la hizo caer. La niña también cayó y el golpe le propinó una gran herida en su frente. El emperador, creyendo que la bruja se burlaba de él, mandó a que le cortaran la cabeza.

La leyenda del hilo rojo

La leyenda del hilo rojo

Pasado el tiempo, le recomendaron al emperador que debía casarse con la hija de un poderoso general. Cuando llegó el día del casamiento, por fin pudo ver la cara de su futura esposa. Cuando el emperador levantó el velo que le cubría el rostro de manera total, se dio cuenta que tenía una cicatriz en la frente.

Esta leyenda nos cuenta de que, según la forma de interpretarla, nada es casual. Incluso cuando pasa algo al azar, siempre nos pasará por la mente de que puede estar predestinado. Aludiendo al emperador y a su esposa, que no pudieron separarse. Aun cuando el emperador hizo todo lo posible por no saber nada de la persona que tenía atada a su hilo rojo del destino.