La hidroterapia es el uso del agua como agente terapéutico utilizado de diferentes maneras. Una es la aplicación de forma térmica, o sea, el uso de la misma, fría o caliente para manejar ciertas patologías médicas. Por otro lado, está la acción mecánica del agua, siendo igualmente sanadora, al ejercer presión sobre ciertos puntos afectados del cuerpo. Entendiendo que la hidroterapia es una parte esencial de la fisioterapia, extiende sus beneficios a saunas, balnearios, piscinas termales y gimnasios. Otra modalidad de uso en hidroterapia es la química, donde se unen al agua ciertas sustancias con elementos curativos para su complemento.

Hidroterapia

Desde tiempos milenarios se ha conocido de las características del agua para sanar, entre romanos y griegos era muy apreciada. Pasando de generación en generación las técnicas apropiadas para su uso y disfrute. Numerosas cualidades del agua colaboran a la salud del paciente. Entre ellas, el estimular la circulación, activar el sistema inmunológico, reducir el estrés y ansiedad y relajar músculos, articulaciones y tendones. A continuación, exploraremos más sobre la hidroterapia.

Cómo funciona

Si se trata de la acción de la hidroterapia caliente, tiende a relajar las fibras musculares, tendones y en general las partes blandas. Contra las contracturas, esguinces y hernias de columna es evidentemente terapéutica. También tiene efecto sedante, alivia dolores y promueve la vasodilatación, para mejor irrigación sanguínea local, del área afectada. La hidroterapia en frío estimula el ritmo cardiaco, tonifica, desinflama y además activa la circulación.Hidroterapia

La hidroterapia mecánica se maneja con presiones a través de duchas o chorros para estimular el sistema nervioso y relajar. Utiliza el empuje, aprovechando que el cuerpo es de menor peso en el agua, sumergiendo a las personas discapacitadas. Se practica casi siempre en piscinas y ello ayuda a su reducida movilidad, ejercitando los músculos. Actúa por compresiones, administrando con fuerza el agua contra el cuerpo, es requerida en el tratamiento de las varices y los músculos. Y resistencias hidrodinámicas, ejecutando ejercicios físicos de más dificultad en el agua que en superficies, con efecto terapéutico por la resistencia del cuerpo.

Como otra opción, se presenta la hidroterapia química que consiste en añadir sustancias químicas al agua para potenciar su efecto curativo. Entre ellas están el cloro, hierro, sulfatos y ácido sulfúrico en pequeñas cantidades. Estos elementos le añaden propiedades a la hidroterapia y aportan alivio de dolores, desinflamación, relajación, diuresis y estimulación de vasos. Además, promueven la liberación de toxinas por piel, mejoran la respiración y las evacuaciones etc.

A quién va dirigida la hidroterapia

Hidroterapia

La hidroterapia va dirigida a pacientes con problemas de movilidad, minusválidos y personas que padecen hernias de columna. A los que tienen dificultades de desplazamiento o de su dinámica al caminar y conducirse espacialmente, o trastornos neurológicos. Además, a personas que han sufrido accidentes de cualquier tipo, los que presentan encamamiento y los que egresan de UCI. Los diabéticos, especialmente resultan beneficiados al padecer problemas de neuropatías y mala circulación, mas deben realizarla con cautela. Las personas de la tercera edad, con diversas afecciones reumáticas, osteoartrosis, artritis y gota. Los niños con enfermedades musculares congénitas, los que poseen retraso mental y espina bífida, entre otras.