Esta enfermedad se describió por primera vez en el año cincuenta, el virus que la causa no se identificó hasta 1969. La Fiebre de Lassa es una enfermedad vírica hemorrágica aguda de 1 a 4 semanas de duración que ocurre en África Occidental. Aproximadamente el 80% de las personas infectadas por el virus de Lassa son asintomáticas. Una de cada cinco infecciones produce enfermedad grave, con afectación de varios órganos como el hígado, el bazo y los riñones.

La Fiebre de Lassa es endémica en Benín, donde se diagnosticó por primera vez en noviembre de 2014, Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Sierra Leona y Nigeria, pero probablemente exista en otros países de África occidental. La tasa de letalidad global es del 1%, pero puede llegar al 15% en pacientes hospitalizados.

Causas y modo de transmisión

Fiebre de Lassa

La Fiebre de Lassa es producida por el virus Lassa. Este virus pertenece a la familia Arenaviridae. El periodo de incubación es de 2 a 21 días.

Los humanos suelen infectarse con el virus de Lassa por exposición a la orina o las heces de ratas Mastomys infectadas. El virus también puede transmitirse entre las personas por contacto directo con sangre, orina, heces u otras secreciones corporales de personas con Fiebre de Lassa.

La Fiebre de Lassa ocurre en todos los grupos de edad y en ambos sexos. El mayor riesgo lo corren las personas residentes en zonas rurales donde hay Mastomys, especialmente en comunidades con saneamiento deficiente o hacinamiento. Los profesionales de la Salud están en riesgo cuando atienden a pacientes con fiebre de Lassa en ausencia de prácticas adecuadas d enfermería y de prevención y control de infecciones.

Síntomas de Fiebre de Lassa

Fiebre de Lassa

Cuando es sintomática, la enfermedad se presenta con fiebre, debilidad y malestar general. A los pocos días puede aparecer cefaleas, dolores de garganta, musculares, torácico, nauseas, vómitos, diarrea y tos. En los casos graves pueden aparecer derrames pulmonares, hemorragias bucales, nasales, vaginales o gastrointestinales e hipotensión.

Puede haber proteinuria. En fases más tardías pueden producirse convulsiones, choque, temblor, desorientación y coma. Durante la recuperación puede haber caída del cabello. En los casos letales la muerte suele sobrevenir a los 14 días del inicio de la enfermedad. Esta es especialmente grave al final del embarazo, con muerte materna y/o fetal en más del 80% de los casos en el tercer trimestre.

Tratamiento

Fiebre de Lassa

La ribavirina es el único antiviral que ha demostrado cierta eficacia en el tratamiento de los pacientes con fiebre de Lassa. Si se administra en los primeros seis días desde el inicio de los síntomas, puede bajar la tasa de mortalidad hasta el 5% entre los pacientes hospitalizados. Incluso los pacientes que inician tratamiento de forma más tardía parece que puede bajar la tasa. No hay vacuna que proteja contra la fiebre de Lassa.