Sin dudas la denominada etapa de la preadolescencia, es una de las más conflictivas en la vida de los seres humanos, porque comienzan a experimentarse grandes cambios.

En este período ubicado entre la niñez y la adolescencia, comienza una nueva etapa construcción de la identidad. En esta construcción de su YO, intervienen cambios corporales, conductuales y emocionales.

Muchos padres no saben cómo manejar este cambio y entonces se generan muchos conflictos familiares, por eso analizaremos los cambios que se generan para estar preparados.

preadolescencia

En la mayor parte de los niños esta etapa se inicia entre los 11 y 13 años.

¿Cuándo comienza la preadolescencia?

Se estima que en la mayor parte de los niños esta etapa se inicia entre los 11 y 13 años. Aunque en algunos niños puede comenzar un poco antes, cerca de los 9 años.

Esto variará de acuerdo a la maduración de cada niño, pero se tomarán como parámetros los cambios físicos. La preadolescencia entonces aparece cuando comienza a cambiar el cuerpo de los niños. Y estos cambios físicos también van acompañados de cambios emocionales y conductuales.

¿Qué cambios se producen?

Son muchos y variados los cambios que aparecen en esta etapa. Lo importante es saber que cada niño lo experimentará más o menos intensamente. Los más característicos son:

Aparición de nuevos miedos: se relacionan con el miedo a hacer el ridículo o el aumento de su sentido del pudor y la vergüenza ante su propio cuerpo. En este momento pueden empezar a surgir conflictos relacionados con su imagen corporal.

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Se dan cambios emocionales importantes en todos los jóvenes.

Necesidad de mayor intimidad: los niños comienzan a alejarse de los padres y pasan más tiempo en su cuarto, escuchando música, leyendo, o chateando con el móvil. Es en momento de la construcción de su propia intimidad, y aunque no debe preocupar, si los padres deben estar atentos a lo que hacen.

Tratan de agradar a sus amigos: su grupo de iguales empieza a ser su centro de referencia para construir sus pensamientos, adoptan actitudes, jergas propias del grupo y muy diferenciadas de los padres.

Fluctuación de estados emocionales: pueden pasar de una alegría intensa a una profunda tristeza. Para los niños que están en esta fase todo es o extremadamente ideal o justo lo contrario. Se trata de un periodo lleno de ilusiones, de risas, de llantos, de discusión interna.

Todos estos cambios traen aparejados conflictos internos y con el mundo que los rodea, incluidos sus padres. Es importante que los padres sepan de todos estos cambios, para no enojarse con sus hijos y apoyarlos y protegerlos. Padres comprensivos y no permisivos es lo que necesitan en la preadolescencia.