Camilo José Cela, Ernesto Sábato y Virginia Woolf grandes escritores vanguardistas, pudieron sobrellevar sus vidas y apaciguar sus conflictos. La forma de hacerlo, era desahogarlos en cada línea de sus obras literarias. Escribir, les permitió que sus angustias existenciales afloraran de la mejor manera. Somos como la ostra. Que sufre una herida por un grano de arena que ha caído en su interior. Pero que luego, sus glándulas lanzan cada día capas de una sustancia que la alivia hasta que esa herida se convierte en lo que hoy conocemos como perla. A continuación, te contamos cómo escribir ayuda a cerrar heridas.
Índice
Escribir ayuda a cerrar heridas
El trasfondo de la tristeza
Quien escribe logra sanar poco a poco las heridas de su historia personal. No existen parejas, niños o jóvenes conflictivos. El trasfondo en realidad, son personas con historias cuyas secuelas les han dejado una carga muy pesada. Tanto de complejos, neurosis, hasta enfermedades mentales y grandes depresiones.
Medicina narrativa: Una forma de drenar emociones
Los profesionales de la medicina en el área de la psiquiatría, han comenzado a capacitar a médicos en lo relacionado con las terapias narrativas. Dejando ver que el uso de la escritura, es una herramienta significativa para iniciar una recuperación emocional del paciente. Los médicos y residentes, son invitados a unos talleres de lectura de poesía durante dos horas semanales.
Posterior a esto, les hacen leer la historia del paciente. Una vez que conocen la historia de éste, les es más fácil comprenderlos a la vez que se compadecen de su dolor. Consideran lo que éste tiene que decir. Como resultado, se obtiene otro modo de acercarse a la enfermedad.
Reescribir el recuerdo
Hablar muchas veces, resulta más difícil que escribir. Sobre todo, si se trata de contar secretos familiares o personales. Muchos profesionales de la psicología, se valen de los miembros de la familia para obtener información valiosa y acercarse a la realidad de sus pacientes.
Escribir ayuda a cerrar heridas significativamente, ya que el recuerdo aviva las heridas del pasado. Generando una especie de sucesos, que activan la memoria llevándola muchas veces hasta el momento vivido o simplemente te muestra las formas múltiples del recuerdo. Una vez logrado esto, se puede modificar la historia y comenzar a reescribir una nueva donde el protagonista aprende a llevar sus culpas. Ayuda a entender su inocencia, o a vivir con lo ocurrido y dejarlo en el pasado.
Mirarse uno mismo
Escribir es una de las maneras más libres de utilizar las palabras. Una de las formas más fáciles, de apreciar la perspectiva de las cosas desde una distancia que no hace daño. Al contrario, enriquece con detalles planteados desde fuera hacia adentro.
Verse no es cosa fácil, menos aun si verse implica asumir que tú eres ese; sin tus superpuestos ni apariencias vacías. Verse, es saberse parte de una realidad que hay que aceptar por dura que parezca. Escribir te permite ahondar en tu historia y decidir el desenlace que deseas para ti creándote un protagonismo. Una especie de hilo conductor con dificultades y aciertos, donde el final feliz solo lo trazas tú.