La encefalopatía hepática puede ser una enfermedad grave si no se la trata a tiempo o de manera conveniente.

En muchos de los pacientes, que detectan los síntomas a tiempo, esta enfermedad puede ser puntual y corregirse, en otros casos se detecta como un problema crónico que empeora con el paso del tiempo.

¿Qué es la encefalopatía hepática?

También se la llama encefalopatía de hígado o coma hepático, y es la disfunción cerebral ocasionada por la incapacidad del hígado para eliminar toxinas del torrente sanguíneo.

Cuando la persona tiene esta enfermedad, su hígado ya no es capaz de eliminar las toxinas de la sangre. El problema puede presentarse repentinamente o puede desarrollarse lentamente con el tiempo.

Encefalopatía hepática

El amoniaco, es la causa fundamental de la encefalopatía hepática.

Es importante saber que en especial hay una sustancia que resulta nociva al cerebro, el amoniaco, es la causa fundamental de la encefalopatía hepática.

Así el cerebro comienza a intoxicarse y aparecen distintos síntomas muy característicos, como por ejemplo la falta de atención, un cambio repentino de comportamiento y en algunos pacientes se llega a producir coma.

¿Cuáles son los síntomas de la encefalopatía hepática?

Al comienzo los síntomas pueden aparecer de forma muy leve, tanto que no se lleguen a detectar en exámenes médicos. Es lo que se denomina encefalopatía hepática mínima.

Aunque estos síntomas no sean detectados, sí tienen un impacto importante en la vida de la persona. Cuando se realizan pruebas neuropsicológicas especializadas, se podrá detectar:

  • Problemas para atender o concentrarse durante mucho tiempo en una misma tarea.
  • Déficits en la memoria, es decir, problemas para almacenar información que va a utilizar de inmediato
  • Menor velocidad para procesar la información
  • Menor velocidad para responder a los estímulos del entorno
Encefalopatía hepática

Al comienzo los síntomas pueden aparecer de forma muy leve

Cuando la encefalopatía hepática avanza

Los síntomas van siendo más evidente y pueden ser:

  • Apatía: o falta de interés por hacer nada
  • Irritabilidad: la persona se irrita ante cualquier hecho
  • Desinhibición: el enfermo hace cosas que no le eran características
  • Alteraciones del ciclo sueño vigilia: con predominio de somnolencia diurna.
  • Desorientación: la persona no sabe dónde está ni qué día de la semana es.
  • Delirium: en casos avanzados, sobre todo relacionados con la hepatitis fulminante, la persona puede llegar a un cuadro de delirium.

¿Qué tratamientos hay para la encefalopatía hepática?

Si se la detecta a tiempo, la enfermedad tiene solución y se logra revertir el daño ocasionado al cerebro. Así el enfermo logra recuperar su funcionamiento mental normal.

Lo más importante es poder identificar qué fue lo que desencadenó la encefalopatía hepática para tratarla. Por ejemplo, si se trata de una infección el médico suministrará los antibióticos adecuados, si es un sangrado en el intestino, detenerlo.

Más allá del tratamiento con antibióticos, se suele utilizar en un gran porcentaje de pacientes un fármaco llamado lactulosa, que ayuda a disminuir los altos niveles de amoniaco.

Si este fármaco no resulta efectivo se suele usar un antibiótico denominado rifaximina. Cada tratamiento recomendado por el médico dependerá del caso en particular.

Por ejemplo si la persona padece cirrosis, donde hay una gran pérdida de masa muscular se tratará de corregir este problema ya que es un factor de riesgo importante para la encefalopatía hepática.