La región sacro ilíaca localizada en la parte más baja de la espalda, está unida a las ultimas vértebras lumbares. Formada por el hueso sacro, plano y cóncavo a su vez, y articulado con las crestas iliacas que conforman la pelvis. De ahí el nombre de esta patología, dolor sacro ilíaco. En la unión del sacro y las crestas iliacas hay una zona donde se juntan ambos, ésa es la articulación sacro ilíaca. Posee como toda articulación dos superficies óseas, cartílago y ligamentos muy fuertes entre ambas.
Mucho se ha confundido esta patología con la propia hernia de disco lumbar o degeneración articular de los discos. El dolor es de consideración y se le prescribe infiltraciones locales esteroideas o analgésicas con éxito. A continuación, ahondaremos más en esta patología de dolor sacro ilíaco.
Síntomas
El síntoma cardinal es el dolor sacro ilíaco. Dicho dolor es álgido, intenso e irradiado a la región lumbar, cóccix, ambas caderas o articulaciones coxofemorales, y hasta glúteos y piernas. Es incapacitante, o sea logra una impotencia para deambular, y coordinar movimientos de rotación y extensión de las piernas. En ocasiones produce síntomas radiculares o de pinzamiento de nervios que comprenden la zona, como adormecimiento, hormigueos, frialdad o calor local.
El desgaste articular por edad u osteoartrosis, las enfermedades autoinmunes como el lupus, y la artritis reumatoide provocan dolor localizado sacro ilíaco. Este tipo de dolor es sordo, de moderada a alta intensidad y se acompaña de impotencia funcional para caminar, y subir escaleras. Se puede irradiar a la columna lumbar baja y al cóccix, además de empeorar el desempeño de la cadera en general.
Otras veces se presenta con irradiación a una pierna bien derecha o izquierda simulando al dolor ciático. Denominándose entonces sacroileitis derecha o sacroileitis izquierda. Tanto el sedentarismo o la exageración de actividad pueden afectar a la articulación sacro ilíaca. Al cumplir una función casi de amortiguación de las cargas de toda la columna hacia la pelvis.
Diagnóstico y tratamiento del dolor sacro ilíaco
Muchas veces el diagnóstico del dolor sacro ilíaco no es fácil, por cuanto se lo confunde con lumbalgias, hernias discales y coxalgias. Por ello, los médicos traumatólogos, fisiatras y ortopedistas pudieran pedir la resonancia magnética como estudio complementario para el diagnóstico.
Con ella, al descartar radiológicamente otras patologías de discos, lumbares y de coxas, está más claro pensar en sacroileitis. Hay terapias que hacen diagnóstico y a su vez son tratamientos como las infiltraciones locales en la articulación. Pueden ser esteroides o analgésicos, se dirigen por la pericia del experto terapeuta o médico, o por radiologías.
Otros tratamientos lo conforman los relajantes musculares, los complejos vitamínicos del tipo B y calor local, aparte de la fisioterapia. Los fisioterapeutas usan equipos como los “tens” para relajar la musculatura alrededor de la articulación, masajes y ejercicios adecuados. Todo esto conlleva a un tratamiento efectivo del dolor sacro ilíaco.