Tener conocimiento acerca de cómo funciona la diálisis, es fundamental para los pacientes que sufren de sus riñones. Sabemos que nuestro cuerpo necesita liberar toxinas a través de los riñones, que son los filtros de nuestra sangre. De manera tal que, si la sangre no libera estas toxinas, podríamos tener graves complicaciones cuya consecuencia sería la muerte. Por esta razón, debes comprender cómo se lleva a cabo este proceso.

Este mal funcionamiento de los riñones lleva por nombre insuficiencia renal. De tal manera que, cuando los riñones no pueden filtrar y eliminar los desechos de tu sangre. Entonces se debe iniciar el procedimiento de la diálisis, ya que tu vida, una vez más, corre peligro. Sigue leyendo sobre estas líneas para que estés enterado de todo, así aprenderás un poco más.

Cómo funciona la diálisis

Cómo funciona la diálisis

¿Qué se entiende por diálisis?

La diálisis es un procedimiento que se aplica en nuestro organismo para reemplazar la función que deberían hacer los riñones. Debes saber que la diálisis no sirve para curar los riñones, sino que es una técnica de sustitución. Debido a que se encarga de eliminar las toxinas de tu cuerpo cuando los riñones ya no lo pueden hacer. Recuerda que todos los desechos de nuestro cuerpo se eliminan a través de la orina.

La diálisis cumple con el papel de filtrar la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo. Este procedimiento debe realizarse hasta que esos órganos sanen, o se realice un trasplante. Sin embargo, como no siempre se curan los riñones enfermos, ni tampoco todas las personas pueden recibir un trasplante, algunos pacientes deben hacerse la diálisis de por vida.

¿Cuándo se considera necesaria una diálisis?

Como se ha leído anteriormente, la diálisis se recomienda cuando los pacientes tienen insuficiencia renal. Es el médico especialista (nefrólogo) quien se encarga de tomar la decisión de enviarte a hacer este procedimiento. Debes presentar síntomas de problemas en tus riñones, y, en combinación con exámenes de laboratorio, se iniciará el tratamiento.

Si presentas estos síntomas, entonces podrán incidir en la decisión de mandar a hacerte una diálisis, estos son: pérdidas de peso inexplicables, desnutrición, espasmos musculares, temblores en tu cuerpo. También puedes presentar problemas de coagulación, anemia, sensación de falta de aire, hipertensión, problemas en tu corazón, debilidad general. Fatiga muscular, cansancio crónico, a veces, puedes sufrir de fracturas fácilmente, todo esto acompañado de ardor en el estómago, náuseas y vómitos recurrentes.

¿Cómo funciona la diálisis?

Cuando un paciente está sometido al procedimiento de la diálisis, se activa una membrana que filtra la sangre. Esta membrana es semipermeable. Hace que las toxinas, el agua, los electrolitos y otros elementos pasen de la sangre, hasta el líquido que se utiliza en la diálisis. Este líquido hace que se eliminen las sustancias que tu organismo no necesita. Así como también, equilibra los niveles de la sangre y otras sustancias.

Actualmente, hay dos tipos de diálisis que se les practican a pacientes con insuficiencia renal avanzada. Estos son los procedimientos:

El primero, es la diálisis peritoneal

Este procedimiento consiste en introducir una especie de catéter en el peritoneo del paciente. Este procedimiento se encarga de utilizar la membrana peritoneal como filtro natural. Por este catéter, se introduce en el paciente el líquido de la diálisis a través de un tubo. Este tubo debe ser reemplazado de manera periódica. Este procedimiento se puede llevar a cabo en la casa del paciente, para que no tenga necesidad de acudir a un hospital.

Cómo funciona la diálisis

Cómo funciona la diálisis

Hemodiálisis; el segundo procedimiento

Este procedimiento se hace en un hospital o en cualquier centro de salud. El procedimiento consiste en introducir un catéter en la vena yugular. También se puede colocar debajo de los huesos entre el hombro y la clavícula. El filtro, obviamente es artificial y se hace pasar la sangre por el mismo para filtrarla y depurarla. Este proceso se debe realizar al menos tres veces por semana.