Cuando una persona padece de problemas en su visión, todas sus actividades cotidianas se le hacen muy difíciles, ya que la vista es un sentido esencial de las personas.
Una persona puede padecer de miopía, que dificulta ver las cosas que se encuentran lejos, o de presbicia el caso contrario, la persona no puede distinguir objetos de cerca.
Ambos problemas influirán para que cambien la cantidad de dioptrías que necesitemos para poder ver bien y manejarnos en la calle o en el trabajo.
¿Qué son las dioptrías?
Dioptría es es la unidad, ya sea en valores positivos o negativos, que evalúa el poder de refracción de la lente y equivale al valor recíproco de su longitud focal expresada en metros.
La vista afecta a todas nuestras actividades cotidianas.
La escala va de 0,25 en 0,25 y la graduación puede ser negativa (en el caso de los lentes divergentes: miopía) o positiva (lentes convergentes: hipermetropía o presbicia).
El caso de la persona que puede ver de manera perfecta es aquella que tiene “0 dioptrías”, es decir que no necesita lentes para enfocar. Este sería, teóricamente, el ojo perfecto que se consigue tras someterse a una operación de cirugía refractiva o el que normalmente tenemos al nacer.
La imagen que este ojo ve pasa perfectamente a través de la córnea, la pupila y el cristalino, enfocando en la mácula de la retina.
En cambio una persona “miope” o con “miopía” percibe una imagen desenfocada antes de llegar a la retina. Cuanto mayor sea la distancia desde el punto de enfoque a la retina, mayor será la cantidad de dioptrías que la lente necesitará para corregir la imagen y enfocarla correctamente.
¿Cómo se evita que crezcan las dioptrías?
El principal método para no perder dioptrías es la prevención. Y esto puede lograrse con algunos simples ejercicios que puedes hacer tu mismo, en casa. Algunos de ellos son:
La regla 20-20-20: cuando se trabaja delante de una pantalla, una computadora de escritorio por ejemplo, es necesario que cada 20 minutos se realice un descanso de 20 segundos mirando algún objeto a 20 que se encuentre a unos 5 o 6 metros de distancia. Así el ojo se relajará y se evitará la denominada fatiga visual.
El médico recetará las diostrías necesarias para cada problema de visión.
Estar al aire libre: lo ideal es que la persona, niños o adultos, pasen el mayor tiempo posible al aire libre. Pero deben proteger sus ojos de los rayos solares, con anteojos especiales para tal fin.
Controlar su posición al sentarse y al leer: es fundamental además controlar la luz. El ojo no debe forzarse ya que no está preparado para ello. Además, se recomienda bajar la luz de las pantallas de las computadoras y no forzar la visión.
