Todos sabemos que para mantenernos saludables debemos incluir en nuestra ingesta diaria frutas y vegetales. Además, tratar de obviar los alimentos procesados y los azúcares refinadas. Sin embargo, en la gran pirámide alimenticia hay una cantidad de vegetales y conocer las propiedades especificas de cada uno resulta difícil. Hoy, te contamos cuáles son los beneficios de la zanahoria y cómo puedes incluirla en tus comidas de forma deliciosa.
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Versátiles y antiguas: Historia de las zanahorias
Las zanahorias son un tubérculo que comúnmente encontramos en cualquier país del mundo. Este vegetal ha existido por siglos. Los especialistas en historia afirman que las zanahorias se cultivaron por primera vez por los griegos y romanos. Esto se debe, a que Plinio en sus escritos hizo mención de ellas y también el emperador Tiberio.
Asimismo, las zanahorias pertenecen a la familia de las Umbelíferas. Un término propio del grupo de flores, que son de tipo sombrilla en la parte superior de las plantas de esta familia. Los colores presentes en las zanahorias oscilaron en la Edad Media, desde el negro, el rosa, el rojo, el amarillo hasta el blanco. Esto ocurrió antes que apareciera el famoso color naranja que hoy conocemos.
Beneficios de las zanahorias para la salud
Desde niños, nos dijeron que si comíamos zanahorias tendríamos buena vista ¡y es cierto! Esto se debe a que están llenas de vitamina A, un nutriente indispensable para tener una buena vista. En realidad, las zanahorias tienen un pigmento llamado beta caroteno que el hígado transforma en vitamina A. Debido a que los beta carotenos no se pueden producir en el cuerpo se deben obtener comiendo zanahorias.
Al comer zanahorias contribuimos a prevenir enfermedades cardíacas y la accidentes cerebro vasculares. Igualmente, funciona para evitar infecciones en cortes y raspaduras, que permiten mantener la piel con aspecto joven. Además, permiten desintoxicar el colon.
El calcio, el fósforo y el magnesio presente en las zanahorias nos permite tener huesos fuertes y un sistema nervioso fortificado. El calcio es indispensable para los músculos cardíacos. El fósforo sirve para tener una piel suave, endurecer los dientes, fortalecer el cabello y también los huesos. Por su parte, el magnesio ayuda a digerir mejor las grasas y los nutrientes.
¡A comer zanahorias!
Si bien a la mayoría de nosotros nos han enseñado que los vegetales crudos conservan más sus propiedades, sorprendentemente, un estudio reciente ha descubierto que cocinar las zanahorias optimiza sus beneficios. Una investigación realizada en la Universidad de Arkansas, determinó que las zanahorias cocinadas no solo conservaron sus propiedades nutricionales, sino también tenían más valor nutricional que cuando las consumimos crudas.
Por eso y mucho más, en los platos de hoy en día encontrarás zanahorias como algo normal. Desde sopas de vegetales saludables hasta ensaladas. También se pueden usar en zumos y cortar en barras para comer bocadillos crudos. Las zanahorias se pueden cortar en rodajas, ralladas, en juliana, salteadas, en puré y horneadas como patatas fritas, ¡y la lista se alarga! La idea, es que trates de buscar la manera de prepararlas como mejor te guste y así puedas aprovechar todos sus beneficios.
