Muchas veces, cuando tienes episodios de ansiedad, angustia y fobias de índole social, te recetan ansiolíticos. Por ello, debes saber lo que representan los ansiolíticos y sus efectos secundarios. Debes saber que estos medicamentos son estrictamente recetados por un médico. Ya que las altas dosis de los mismos pueden traerte muchos problemas. De igual forma, te invitamos a seguir leyendo sobre estas líneas para que puedas saberlo todo.

¿Qué son los ansiolíticos?

En resumidas palabras, los ansiolíticos son fármacos que se utilizan para combatir la ansiedad. Sabemos que la ansiedad es un estado mental y emocional, en el cual el miedo domina a las personas. La amígdala, que se encuentra en el cerebro, forma parte fundamental en el procesamiento de los miedos y las respuestas corporales al peligro. Así mismo, estos medicamentos calman los síntomas de la ansiedad propiamente dicha.

La tensión nerviosa y el nerviosismo extremo, se combaten con ansiolíticos. De manera tal que, gracias a ellos, se alivian los episodios de miedos, de nerviosismo moderado y grave. De igual manera, los ansiolíticos son recetados cuando la ansiedad limita las actividades diarias de los afectados. Por su peligrosidad, estos medicamentos solo se recetan cuando la ansiedad es patológica y está comprobada por un especialista.

Ansiolíticos y sus efectos secundarios

Ansiolíticos y sus efectos secundarios

Efectos secundarios de los ansiolíticos

El primer efecto perjudicial que pueden tener los ansiolíticos es la dependencia que crean. Cuando se detiene su ingesta de manera brusca, genera el síndrome de abstinencia. Los síntomas de este síndrome son dolores de cabeza intensos, aunado nerviosismo que se quiere combatir. El efecto que producen estos fármacos va directamente al cerebro, por lo tanto, debes seguir al pie de la letra las recomendaciones del médico.

Otro de los efectos que tienen los ansiolíticos, es la tolerancia que tu organismo genera en ellos. De esta manera, las mismas dosis no van a servir por tiempo prolongado. Por lo tanto, no debes tomarlos por mucho tiempo. De esta manera, debes estar en estricto control con tu médico para que cambie la dosis y así pueda surtir el efecto deseado. Esto es obligatorio, no debes tomar ansiolíticos por tiempo indefinido ni debes imponer las dosis tú mismo.

Los ansiolíticos podrían debilitarte

Entre los síntomas de debilidad general que pueden presentar las personas que toman ansiolíticos, tenemos: somnolencia, dificultad en la concentración, mareos, debilidad muscular y disminución de los niveles del estado de alerta. Por esta razón, este efecto secundario estará presente cuando tomes este tipo de medicamentos. También se recomienda reducir ciertas actividades para medir los efectos de estos medicamentos.

Otros efectos secundarios y peligros

Comúnmente, los efectos secundarios de los ansiolíticos son leves, como hemos nombrado anteriormente. Ahora bien, los peligros y demás efectos nocivos suceden cuando tomas estos medicamentos sin prescripción y en altas dosis. Uno de esos efectos secundarios es la somnolencia, esta te va a debilitar tanto física como mentalmente. Así pues, cuando tu médico te receta estos medicamentos, este efecto es leve.

Ahora bien, cuando los tomas sin prescripción, este efecto se incrementa, además de que podrás marearte a cada rato, y sin saber por qué. Además, aunque parezca contradictorio, las dosis no recomendadas de ansiolíticos provocan los efectos que estás queriendo combatir. Es decir, algunos efectos pueden ser ataques de pánico, nerviosismo extremo, agitación mental, insomnio, entre otros.

Ansiolíticos y sus efectos secundarios

Ansiolíticos y sus efectos secundarios

Podrás presentar efectos secundarios a nivel físico

Los ansiolíticos auto medicados pueden causar efectos secundarios casi irreversibles. Pueden causar retraso psicomotor, además de Parkinson, movimientos erráticos y dolor en las articulaciones. Los trastornos de sueño se harán frecuentes y algunas disfunciones de índole sexual.

Así pues, cuando veas que tienes cambios de ánimo un tanto inusuales, debes hablar con tu familia y amigos. Si ves que son prolongados y que no los puedes controlar, la ayuda médica será siempre tu mejor opción. Así pues, recibirás el diagnóstico más preciso para que puedas curarte de la mejor manera.