Miles de personas en todo el mundo sufren del trastorno de agorafobia. Y este puede influir en su vida personal, laboral y hasta familiar.

Es interesante saber que la mayoría de las personas que sufren agorafobia la padecen después de tener uno o más ataques de pánico. Esto los hace preocuparse por volver a tener un ataque, así que evitan los lugares donde puede volver a suceder.

¿Qué es la agorafobia?

Es un tipo de trastorno de ansiedad en el que tienes miedo a los lugares (por lo general abiertos) o las situaciones que podrían causarle pánico o sentirse atrapados.

Agorafobia

Uno de los tratamientos utilizados es la terapia conductual.

Las personas que lo padecen tienen miedo a estar en lugares de los cuales piensan que sería muy dificultoso escapar o recibir ayuda en el caso de padecer un ataque de pánico.

Y más allá de afectar a su salud, también el trastorno termina determinando su vida diaria. Algunos agorafóbicos dejan de usar los transportes públicos o de visitar ciertos lugares, como centros comerciales.

¿Cuáles son los síntomas de la agorafobia?

Los principales síntomas comprenden miedo a:

  • Salir de casa solos
  • A las multitudes
  • Espacios cerrados como cines o ascensores
  • Espacios abiertos como estacionamientos.
  • Usar el transporte público
  • Estas situaciones causan ansiedad
Agorafobia

Es un tipo de trastorno de ansiedad.

Consecuencias de los síntomas

  • El miedo o la ansiedad casi siempre derivan de la exposición a la situación
  • El miedo o la ansiedad son desproporcionados con respecto al peligro real
  • La persona está muy angustiada
  • En general, la evasión y la fobia perduran por algunos meses

Muchas veces los pacientes que sufren de agorafobia se restringen a un territorio y son capaces de moverse sólo por un lugar determinado o en la ruta marcada entre el trabajo y el hogar.

Por temor a sufrir una crisis de ansiedad, estas personas no traspasan nunca sus límites seguros.

¿Qué tratamientos hay?

Este trastorno es altamente tratable por fortuna y en la mayor parte de los casos da muy buenos resultados.

Uno de los tratamientos utilizados es la terapia conductual que es una terapia breve y específica para estos trastornos. Este tratamiento tratará de cambiar el modo en que un individuo se comporta habitualmente ante los ataques de pánico.

Muy buenos recursos que pueden acompañar el tratamiento anterior son la relajación y el control respiratorio. Ambos son empleados en una terapia comportamental.

También la denominada exposición gradual, es una técnica altamente efectiva para personas dominadas por la evitación de situaciones.

Mediante la terapia cognitiva, el terapeuta buscará desarrollar las habilidades del paciente para controlar su ansiedad.

En otros casos estas terapias son acompañadas con medicamentos para controlar el trastorno de pánico.