El sabor metálico en la boca se encuentra relacionado directamente a distintos problemas de salud o al consumo de medicamentos que alteran el sabor en la boca. Es un sabor un tanto característico, comparable al sabor al metal, hierro u óxido. En algunas ocasiones aparece sin motivo alguno y otras debido a una causa justificable.
No es un signo de padecer de alguna enfermedad grave pero tiende a ser molesto e incómodo. Y es debido a esto que es lo más recomendable es que asistas a un médico que trate tal condición. Ya que algunos estudios han asomado la posibilidad de que este sabor metálico también se deba a padecimientos relacionados con los riñones y el hígado.
Índice
Causas del sabor metálico en la boca
Las causas por las cuales se puede presentar una sabor metálico en la boca se debe a algunas situaciones más simples que otras, pero que igualmente deben ser atendidas por tu médico tratante. En algunos casos simplemente será por falta de higiene bucal, y en otros por la ingesta de algunos medicamentos que causan ese efecto.
Sin embargo, existen padecimientos como el reflujo gastroesofágico o algún tipo de infección que puede causar tal problema. De igual manera podría presentarse un sabor metálico en la boca de forma pasajera. Lo que sucede en personas fumadoras e incluso alcohólicas.
Las 8 causas más importantes y que debes tener en cuenta
Una de las primeras causas, siendo la más importante y común, una mala higiene oral. Al no cuidar de tu dentadura, y hacer la debida limpieza diaria de dientes y lengua es muy probable que padezcas de un sabor metálico en la boca. Así mismo, de enfermedades dentales que aparecen acompañadas de infecciones.
Seguidamente encontramos un posible tratamiento farmacológico que provoque esta condición, es muy común al consumir antibióticos o antidepresivos. Es muy probable que entre sus efectos secundarios se encuentre este problema. Por lo que siempre debes leer el prospecto que trae consigo el medicamento y que esto no te tome por sorpresa. De igual modo es importante hacérselo saber al especialista que te haya recetado los fármacos.
Existen algunas infecciones o alergias que pueden causar problemas de malos sabores en la boca. Enfermedades como la rinitis y la sinusitis son el perfecto ejemplo de ello. Y cuando estas condiciones no son tratadas como es debido, el problema podría acrecentarse aún más.
Como cuarta causa de un sabor metálico en la boca, encontramos que el uso de algunos suplementos vitamínicos podría causarla. Sobre todo aquellos compuestos de sustancias como el zinc, el hierro o el cobre. Siendo uno de los posibles efectos secundarios, y se percibe cuando el cuerpo logra absorberlos completamente.
A continuación se puede tomar como una causa los trastornos hormonales a los cuales se encuentra expuesta la mujer durante el embarazo. Así como se alteran muchas sustancias en el organismo, la percepción del gusto también se ve alterada durante este periodo. Este sabor metálico podrá presentarse en los primeros meses de gestación. Ya pasado este tiempo podría volver a la normalidad.
El sabor metálico en la boca puede aparecer por algunas enfermedades
Otra de las causas, son enfermedades que no han logrado ser diagnosticadas, como la diabetes. En esta enfermedad se ve aumentada la producción de cuerpos cetónicos, los cuales se acumulan en la sangre. Provocando un sabor amargo en la boca, muy similar a un sabor metálico. Incluso podría causar sequedad en la boca y una sed intensa.
De igual manera, cuando el organismo se encuentra expuesto a una exposición química, en la cuales se involucren metales pesados como el plomo o el mercurio. Es una realidad que el principal síntoma será un sabor a metal en la boca. Que debe ser tratado mediante procesos para desintoxicar el organismo.
Finalmente, hallamos que enfermedades gástricas, como el reflujo pueden causar este sabor tan desagradable en la boca. Sobre todo cuando la digestión emprende, llevando todos los ácidos hacia el estómago. Provocando mal sabor e incluso mal olor. Lo ideal es evitar el consumo de alimentos inadecuados o comidas copiosas a altas horas de la noche.